Árboles fósiles


Los bosques del Cretácico, hace 120 millones de años, estaban formados por frondosos helechos y coníferas.

La fosilización de grandes ejemplares se produjo al caer en el mar e impregnarse de los minerales disueltos en el agua, que evitaron su descomposición. La resina que producían algunas especies atrapaba plumas, insectos, hojas, que también han llegado a nuestros días. Gracias a esto es posible hacerse una idea del bosque ancestral, el “paleobosque”.

Dinosaurios y yacimientos

El enorme patrimonio del Cretácico Inferior, hace 130 millones de años, se conserva en el entorno de Salas de los Infantes.

Santo Domingo de Silos

Hay que contener la respiración para llegar a la obra arquitectónica más aplaudida del arte medieval europeo.

Eremitorios y necrópolis

Esta forma de vida que irradiaba cierto carisma, atrajo a numerosos jóvenes, y los asentamientos eremitas fueron notables en este territorio.

En Hacinas, además de poder encontrar los cuatro árboles fósiles que conserva el pueblo entre sus calles, se puede visitar el museo dedicado al Árbol Fósil que aporta multitud de detalles y ejemplares fósiles de aquella época. Cuenta con instalaciones para niños y adaptaciones a lengua de signos de los audiovisuales.