Villafranca Montes de Oca


El origen prerromano de la localidad se data en más de 2.300 años. Su ubicación estratégica a orillas del río Oca hizo que los romanos confirmaran su posición y después los visigodos la eligieran como sede episcopal (considerada una de las primeras de la Península Ibérica).

Posteriormente, atraídos por los privilegios reales, numerosos francos pasaron a instalarse en la zona, lo que dio origen a la toponimia actual.
La fisonomía del casco urbano responde a su identidad de pueblo-camino. Su Iglesia de Santiago (s. XVIII) tiene una cúpula de rasgos riojanos y en su interior guarda una talla barroca del apóstol. El hospital de peregrinos (San Antonio Abad) que daba cobijo a los caminantes antes de la travesía de Oca, fue fundado en el 1380 por la reina de Castilla Juana Manuel de Villena, y hoy en día continúa su actividad.

Ornitología

El humedal de Atapuerca lo constituye un sistema de 5 lagunas, tres de las cuales son la recuperación de una zona húmeda, y dos son de nueva creación.

Monasterio Santa María de Bujedo

En el s. XII se funda este Monasterio en la localidad que lleva su nombre, albergando en inicio a monjes franceses.

Paleolítico Vivo y Mina Esperanza

Para los apasionados de la arqueología y para los más pequeños, el Paleolítico Vivo es una visita obligada.

Quien busque tranquilidad y un deslumbrante paraje natural, no debe perderse los Montes de Oca. La escena más reconocible es la presa de Alba, pero el recorrido por este enclave esconde además extensos rebollares, hayedos relictos encajo- nados en el desfiladero del río Oca, el pueblo abandonado de Alba, y una variada fauna silvestre (gatos mon- teses, tejones, garduñas, águila real, halcón peregrino, azor…).